Para mí esta noticia supone un resurgir en mi día a día: el haber sido admitido entre los compositores de Universal Edition, a quienes admiro y venero como un referente absoluto en música artística.
Desde sus colaboraciones con Mahler, Richard Strauss, hasta el apoyo que vinieron brindando a la emocionalidad hipnótica de un Arvo Pärt.
Durante los últimos años me fui plegando cada vez más adentro. Me fui refugiando en alguna parte sagrada de mí mismo. Por temor a una negativa.
Nunca fui hábil en el trato social. Así que a base de meteduras de pata (y de palos, diría que merecidos en toda regla), a base de ensayo-error me volví casi auto-destructivo con mi música.
Estos días recobro una parte de la esperanza que anhelaba que me habitase, para con ella impulsar mi trabajo.
Gracias. Thank you. Danke.